El arquitecto genérico es un pensador, un imaginador, ideador, planificador, es un rellenador del espacio, un artista de la luz, un maestro de los colores, un científico, un ingeniero de la forma, un delineante de los límites, de lo recto y de lo curvo. A través de un proceso mental de ideación, transmite esa idea desde su mente a través de su cuerpo con sus manos para plasmarlo en el papel, en forma de plano, de esquema, de croquis conceptual, etc… Como señala Campo Baeza, el arquitecto es el artífice de los sueños, el materializador de ideas.
Pasquale lanzó esta misma pregunta a los alumos: ¿qué es ser arquitecto? y algunos respondieron cosas como: «un profesional del diseño», «quien piensa y calcula una edificación», «un artista, un creador», «un buen trabajo y un buen futuro», «una forma de vida, un visionario», etc. De hecho, después de que se menciona el tema Pasquale nos ordenó a nosotros que levantáramos la mano todos los que pensábamos que la arquitectura era arte, me sorprendió ver los pocos que la levantábamos.
Se explican varios consejos para el correcto funcionamiento de la profesión, como desmenuzar cada elemento para ser capaces de distinguir con mayor pulcritud si algo es bello o curioso, acostumbrarse al análisis para que la síntesis aparezca como algo habitual en nuestro proceso de pensamiento, hacer el orden de lo general a lo particular, etc
Se expone la Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación. que estipula, regula y organiza la profesión de la arquitectura en España.