En esta práctica intentaré desarrollar un análisis de los elementos y reglas compositivas que configuran los detalles arquitectónicos de una de las obras más importantes del arquitecto Adalberto Libera; la Casa Malaparte. Como ya expliqué en la PA3, esta obra arquitectónica es un símbolo reconocible y reconocido del movimiento racionalista en la Italia de mediados del siglo XX. Llamada así por ser construida junto con el diplomático, corresponsal de guerra y entusiasta comunista Curzio Malaparte, la casa es considerada una belleza artística en sí misma, por razones que van desde su ubicación, en el Golfo de Salerno, hasta su color rojo teja y su forma que crean un contraste extrañamente estético.
SIMETRÍA:
La primera de las reglas compositivas que se aprecian es la simetría durante todo el edificio. Al ser un edificio uniformemente distribuido y de forma alargada, el resultado del análisis nos lleva a advertir un orden compositivo heterogéneamente simétrico orbitando un eje central. Aunque esta regla se rompe en algunos pequeños detalles de la estructura, como el muro blanco de curva libre que se levanta sobre el solarium, son cambios notoriamente estéticos.
COLOR:
La primera vez que la ves te llama la atención como contrasta el color rojo teja con los colores de alrededor; como por ejemplo el verde de la vegetación muy cercana a la casa, el marrón y beige del acantilado que también está inmediato a las proximidades y sobre todo el azul del cielo y del mar. A pesar de esto, el color queda muy elegante con la obra. Sería muy extraño imaginársela en otro color y sería muy difícil hacer que quedara bien. Además de todo esto lo mejor del color exterior es que conjunta muy bien con la gama cromática del interior.
CONTRASTE:
En realidad cualquier aspecto representativo de esta obra tiene que ver o está enfocado hacia el contraste, el contraste que hacen las formas, el color y sobre todo la situación. Si es imposible hacer una casa en el lugar donde está esta sin que hubiera un contraste notable, imagínate el que hace aquí la Casa Malaparte.
LUZ:
Si hay algo con lo que los arquitectos juegan con más que ninguna otra cosa es con la luz. La luz para los artistas que esculpen es el lienzo para los que pintan. La moldeación de los fotones a raíz de una forma es la clave para la belleza. Esta casa utiliza la espectacular fuente de luz que posee al situarse ante un accidente geográfico que permite la particularidad de no tener nada delante. Y es que la casa Malaparte no solo no tiene nada delante, lo que permite que entren por sus ventanales, miradores, lucernarios y solarium una luz natural que vale oro, sino que además aprovecha el reflejo del sol en el agua que tiene delante, lo que permite a la obra jugar y aprovecharse de la luz.
LÍMITE:
Al estar la casa situada al borde de un acantilado, los límites están asegurados. Y no sólo lo están, sino que además son estéticos, forman parte de la obra, están acentuados y tienen mucho que ver con la estructura.
Bibliografía:
https://elpais.com/elpais/2016/03/21/del_tirador_a_la_ciudad/1458543420_145854.html