Esta misma pregunta me vino a la mente el domingo pasado, día 24 de octubre, cuando fui a hacer una visita guiada a un nuevo estudio de arquitectura en Valencia. La empresa del estudio: “Pepe Cabrera: Arquitectura e Interiorismo” tenía solo una sucursal en Denia, pero ahora se ha expandido a Valencia, concretamente cerca de la calle de La Paz.
Para promocionar la inauguración de su nuevo estudio se apuntaron a la iniciativa Open Tour, un proyecto multidisciplinar para disfrutar de la cultura de la ciudad a través de una especie de festival arquitectónico gracias al cual puedes visitar gratis varios lugares de interés cultural.
El caso es que estando allí y mientras el encargado nos hacía una visita guiada por todo el estudio,. me daba cuenta de la majestuosidad real de lo que es el arte de la arquitectura, todas las líneas perfectas, los acabados, los materiales, todo lo organizado, lo limpio que estaba todo y sobretodo el uso de la luz.
Aunque ya había visto antes y en persona obras tan increíbles o más aún, en esta visita algo diferente pasó por mi mente. Llegó un momento en el que todos los que allí trabajaban iban pasando por nuestro lado a sus asuntos y me hicieron fijarme en cómo todos iban trajeados, todos tenían accesorios caros y fue esto lo que me hizo reflexionar. Lo único que había en común en todo el estudio con todo lo que había dentro de él es que todo era caro. De aquí viene la pregunta ¿la arquitectura tiene que ser cara?, y es que es una maestría intrínsecamente cara porque consta de trabajo, organización, materiales y cosas que son en esencia caras. Puede ser el único contra que le veo a la arquitectura, que es difícil que sea buena y barata. Otro tema relacionado con este es que el mismo capitalismo se ha adueñado también de la propia arquitectura, haciendo que se busque siempre la optimización de las empresas privadas de construcción que buscan la pragmatización de las construcciones cuyo fin último es ganar dinero. Lo que quiero decir con todo esto es que se ha perdido un poco la gracia y el arte de esta maestría.
Por todo esto la respuesta es evidentemente sí, POR AHORA. En una sociedad utópica, en mi opinión, habrían arquitectos creando desde su estética propia obras bellas para todo el mundo sin importar el precio ya que la arquitectura, como todas las artes, es demasiado impresionante como para que la disfruten sólo los que pueden pagarla.
Bibliografía:
https://www.pepecabrera.com/index.php